Mi camarada Isidro, compañero de parrandas múltiples, y de quien llevaba 2 años sin saber de él, se comunica conmigo por teléfono...
- Buenas tardes...
- ¡Qué honda wey!
- ¿Quién habla?
- Soy yo, Isidro.
- ¡Qué pedo! ¿Dónde te habías metido?
- No pos, no más te hablaba para saber si tienes refrí...
- Sí... - respondí con cara de WTF!?!
- No pos, ya me agüitaste... yo quería venderte el mío.
¡Plop!
Nunca falta alguien así...
Etiquetas: anecdotasEscrito por Pato Lacio en 0:00
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 se hicieron patos:
Publicar un comentario