En México vamos de mal en peor, y en completo retroceso, muestra de ello es lo que le sucedió a una indígena en el estado de Quintana Roo, que sin siquiera proponérselo tuvo un aborto, en un total acto involuntario por el cual ahora pagará con 30 años de cárcel...
Increíble, solo en México se pueden ver este tipo de casos, una mujer que no tiene los medios para siquiera pagar un abogado es recluida injustamente en la prisión, por un crimen que no cometió. Acabamos de ver el caso de Jacinta hace poco, y ahora estamos frente a la primer víctima de la ley antiaborto, que se ha registrado hasta el momento, pero no descarto la posibilidad de que haya más por ahí.
En México existen narcos deambulando por las calles, como si nada, secuestrando gente, ajustando cuentas, ante el amparo de las autoridades y de los sacerdotes de la iglesia católica. Tenemos a los responsables de lo sucedido en la guardería ABC libres, viviendo su vida como si nada hubiese pasado; respaldados por la hipocresía de la iglesia - claro, mientras sigan dando millonarias sumas de dinero en las canastas de la limosna, siempre serán inocentes.
Qué tristeza de leyes que tenemos y qué poca abuela de aquellos que las promueven.
Increíble, solo en México se pueden ver este tipo de casos, una mujer que no tiene los medios para siquiera pagar un abogado es recluida injustamente en la prisión, por un crimen que no cometió. Acabamos de ver el caso de Jacinta hace poco, y ahora estamos frente a la primer víctima de la ley antiaborto, que se ha registrado hasta el momento, pero no descarto la posibilidad de que haya más por ahí.
En México existen narcos deambulando por las calles, como si nada, secuestrando gente, ajustando cuentas, ante el amparo de las autoridades y de los sacerdotes de la iglesia católica. Tenemos a los responsables de lo sucedido en la guardería ABC libres, viviendo su vida como si nada hubiese pasado; respaldados por la hipocresía de la iglesia - claro, mientras sigan dando millonarias sumas de dinero en las canastas de la limosna, siempre serán inocentes.
Qué tristeza de leyes que tenemos y qué poca abuela de aquellos que las promueven.
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