Ya me harté de mi trabajo...

Creo que todos tenemos el afán de llegar a la casa, tirar los zapatos y agarrar las chanclas, tumbarse en el sofá, o en la cama, prender la tele y ya no saber nada; sobre todo si es fin de semana. Pero, ¿Qué pasa cuando tú trabajo tiene que ver con los quehaceres del hogar?

Ayer platicaba con una amiga, su esposo es chef, y ella me comentaba que cuando llega a su casa, después del trabajo, lo que menos quiere hacer es cocinar; se entiende, y es normal. Pero, lo peor del caso es que el joven prefiere comer una sopa maruchan, a que su linda esposa le haga la cena - ahí es donde todos ponemos cara de WTF!?!?, pero, tan solo piénselo, si te la pasas en un lugar viendo comida todo el día, y puedes comer lo que se te antoje, pues, al final del día lo que menos quieres es volver a ver comida.

Supongo que pasa lo mismo con las mujeres que lavan y planchan ajeno, lo que menos quieren hacer es lavar o planchar ropa en su casa. Mantengan ese pensamiento en mente, mientras les hago la siguiente pregunta: ¿Qué pedo con las prostitutas? Ves penes toda la noche, te manosean, te estrujan, te aprietan, te suben, te bajan, por delante, por atrás, acostada, parada, sentada, hincada, empinada, por donde sea y como sea; y después llegas a casa, y tienes a tu pareja pidiéndote lo mismo.... ¡y de a grapa!

A que no se habían puesto a pensar en eso...

0 se hicieron patos: